En todos los años de experiencia adquirida trabajando para distintas empresas y estando a
cargo de tanto personal, explicando día con día las responsabilidades que cada colaborador
debe de realizar he llegado a la triste conclusión de que he recibido miles de preguntas de
parte del colaborador capacitado, tales como: ¿Qué debo hacer?, ¿Cómo se hace?, ¿Qué
tengo que saber? entre muchas otras, pero curiosamente contados colaboradores me
preguntan ¿Por qué?.
Me resulta absolutamente curioso el por qué los trabajadores de una empresa realizan cientos de preguntas al día, ya sea que acaben de iniciar en la institución o que ya tengan muchos años en ella; el hecho de que no pregunten el por qué deben hacer lo que se les pide
o el por qué se deben hacer las cosas como se les indica me resulta bastante interesante.
Existe por los recónditos archivos de YouTube una plática tan asombrosa de un individuo
llamado Simon Sinek el cual habla de por qué algunas personas inspiran más que otras y
por qué ciertas empresas se convierten en líderes en lugar que otras...La simple respuesta
que otorga Simon Sinek es que todas esas personas y todas esas empresas se basan en el por qué.
En resumidas cuentas esta técnica es llamada "El círculo dorado la cual dice que las
empresas se la pasan vendiendo el ¿Qué? y el ¿Cómo? pensando que de ésta manera
lograrán ser más atractivas y lograrán aumentar sus ingresos...pues no podrían estar más
equivocados.
Tomemos a una de las empresas con más seguidores y compradores leales que existe en
nuestros tiempos Apple. Resulta que esta compañía que vende lo que hoy en día podemos
denominar como un commodity sigue siendo a la fecha la empresa que más gadgets vende
y con cada nuevo dispositivo sigue enamorando a sus fieles seguidores...¿Por qué?
Apple vende de la siguiente manera. En sus conocidos eventos de otoño el
presentador primero te dice por qué ha creado o innovado el nuevo iPhone o iPad, por qué
es importante y por qué es completamente distinto al anterior; en si, te da la esencia de su
producto y qué fue lo que los motivó a hacerlo como es. Después de un emocionante video
en donde puedes ver un adelanto del producto pero inconscientemente te dicen el por qué
ese dispositivo es único y por qué deberías de tenerlo, te dan una explicación intensa de
cómo lograron ellos crear ese dichoso dispositivo, qué tecnología usa, qué funciones tiene,
etc. Y al final te presentan una simple foto de ese nuevo dispositivo o simplemente rematan
con su conocida frase"Este es el nuevo iPhone o Apple Watch", la cuestión es que todos
los espectadores ya querían ese producto, ya lo imaginaban en sus manos y ya lo deseaban
desde la mitad del interesante video.
Sencillamente porque venden de la manera tradicional empezado con el ¿Que? y no con el
¿Porqué?. Y es por ello que vemos promociones de otras marcas que nos piden a gritos que
compremos su producto mientras Apple se da el lujo de subir sus precios con cada nueva
actualización, por que resulta que el chiste de todas estas preguntas repercute en la
economía de la empresa haciendo que las que venden de la manera tradicional tengan que
hacer atractivo su producto con promociones y descuentos, mientras que las que venden de
acuerdo a la esencia de sus productos se puedan dar el lujo de subir precios porque saben
que de todos modos sus usuarios seguirán comprando sus productos... ¿Por qué? Pues
porque sus usuarios, sus trabajadores y hasta sus proveedores entienden que existe algo que
los mueve, algo que los hace especiales y algo que los hace diferentes, entienden la esencia
misma y se contagian de todas esas ideologías que alguien con el nombre de Steve Jobs
alguna vez pensó y creyó.
¿Y por qué tanto por qué?
Neurológicamente hablando es más factible que el ser humano acepte una ideología si esta
tiene en él un código movilizador emocional a uno impuesto, es decir si yo le doy a un
nuevo trabajador su lista de obligaciones y responsabilidades y lo capacito al 100% es muy
factible que se equivoque o que presente resistencia; en cambio si yo a ese mismo
trabajador le comparto la esencia de su trabajo y cómo este es importante e indispensable
para la organización, se va a sentir parte de ella porque su cerebro límbico creará un lazo de
pertenencia con la empresa y todo lo que haga va a ser porque él ya entiende por qué su
trabajo es tan importante y por qué esa lista de actividades es indispensables para lograr ese fin común.
"Lo importante no es cómo lo hacemos ni qué hacemos, sino por qué lo hacemos"
Simon Sinek
¿Y si he dirigido mi empresa mal todo este tiempo ya no hay
solución?
La respuesta es SI y aquí te dejo 6 puntos para empezar a ser parte de una lista de empresas
y líderes que trabajan en base al ¿Por qué?.
1. Deja de llamarte "jefe". Hoy en día los jefes ya no tienen lugar en
las empresas, o al menos la forma tradicional en la que pensaban.
Es más factible que tu equipo de trabajo se identifique con un
verdadero líder el cual tiene una mente fresca y abierta,
innovadora y empática a un jefe que provoca miedo.
2. La misión y la visión son importantes pero no son el centro de
todo. Si bien una misión y visión empresarial nos dicen a dónde
queremos llegar, no nos explican en realidad a ciencia cierta el por
qué hacemos lo que hacemos. Es costumbre que encontremos en
las recepciones la misión y visión de las empresas y enfrente de
ellas una recepcionista que ni siquiera tiene idea de que éstas
están detrás de ella. O vemos colaboradores peleando entre sí
cuando la misión dicta que el ambiente laboral es un ambiente de
equipo.
3. Define tu por qué. Definir el por qué hacemos las cosas puede
llegar a ser un poco tardado, pero una vez definido nos ayudará a crear esa conciencia laboral que tanto buscamos y poder así
expandirla hasta nuestros clientes. Ej. Yo tengo una empresa de
productos veganos, entonces yo no vendo productos veganos,
yo vendo una alternativa para frenar la crueldad animal y a
su vez vendo una opción más saludable y apegada al medio
ambiente porque todos somos individuos que coexistimos con
otros seres que merecen el mismo respeto. Si mi personal
comprende que gracias a que pensamos de ésta manera
salvaremos vidas y viviremos en un mejor mundo, puede que
incluso comiencen a ser veganos, en cambio si no lo comprenden
a la hora de comida encontraré a mi gerente comiendo una
deliciosa hamburguesa de 1/4 de libra y dejando la basura en el
escritorio.
4. Sé un líder que inspire admiración, no uno que inspire miedo. A
mi punto de vista, el mayor factor por el cual no hacemos lo que
debemos hacer es el miedo, los trabajadores sienten cientos tipos
de miedos durante su jornada laboral, miedos personales, miedos
de su entorno cercano y sumados ahora, los miedos laborales
como "me van a correr", "no quiero que me salga mal", "me van a
humillar", "me van a regañar", "tendré que pagar lo que hice mal";
entre muchos otros que son causados por directivos que siguen
pensando de la manera tradicional. El nivel de estrés causado por
este tipo de miedos laborales estresa a la parte de nuestro
cerebro enfocada en el aprendizaje, ya que hará corto circuito con
la parte encargada de las emociones causando que la parte
encargada de la alerta y necesidades básicas (protección) salga a
flote y es cuando en los trabajos tenemos a la "típica" persona
que se resiste a las reglas, que pensamos que no entiende o que
simplemente no le interesa y entre más miedos sigamos
causándole, menos hará las cosas como queremos y mucho
menos tratará de entender por qué es importante que las haga;
porque su cerebro tiene miedo, porque ya ese por qué no importa
si lo van a correr mañana.
5. De los errores se aprende. Practica, ya sea para convertirte en un
líder que inspire o para que tu empresa sea líder en su ámbito.
Todos somos vendedores por naturaleza, vendemos cosas,
vendemos nuestras ideas e incluso nuestros sentimientos. Haz
ejercicios, ya sea en forma personal o en tu empresa, en donde
definas una meta (Qué), cómo lograrás esa meta (Cómo) y por qué
es importante alcanzarla (Por qué). Una vez que tengas estos tres
conceptos definidos exponlos a alguien más o incluso con tus
clientes o directivos empezando por el qué, siguiendo por el cómo
y terminando por el por qué y mira la reacción de tus
espectadores; luego haz el ejercicio al revés (Por qué- cómo y qué)
y vuelve a evaluar los resultados, te aseguro que la segunda dará
los resultados que tu esperas.
6. No comuniques, conecta. En el extraño mundo del coaching y
todas sus ramas existe una pendiente que dice que cuando uno
logra hacer un click entre lo que vemos, escuchamos, decimos,
hacemos, sentimos y pensamos nuestro cerebro logra crear una
conexión completa y ese recuerdo logra grabarse tan dentro de
nosotros que jamás será olvidado. Esta es la manera en la que los
grandes líderes pudieron pasar sus ideas hacia los demás y nunca
ser olvidados, ellos eran congruentes en lo que decían y lo que
hacían y por ello la gente los seguía incluso sin que el líder les
pidiera que lo hicieran; ellos lograban conectar sus ideas con los
demás, no solo comunicarlas.
Un verdadero líder pasa más tiempo reuniéndose con gente experta en su campo
y aceptando retroalimentación, que pensando que él podrá solucionar todos los
problemas
Ser un verdadero líder
Si bien todas estas herramientas ayudarán a vender mejor tus ideas, pero al final todo recae
en ti, el por qué hacemos las cosas se reflejará obviamente en qué estamos haciendo y cómo
lo lograremos, pero como ya se explicó, si de verdad queremos causar ese "click" en la
mente de los demás debemos de ser congruentes en lo que hacemos, y decimos. Lo mismo
pasa para las empresas, la productividad y la administración van ligadas a la estrategia y se
debe ser congruente en todos estos ámbitos para lograr tener una mejor salud económica y
cumplimiento de las metas.
Recuerda que lo que decimos y cómo lo decimos repercutirá en el cómo los demás
realizarán las acciones que pidamos. A todos los directivos de las empresas les gustaría que
toda su gente pensara como ellos y entendiera las cosas de la manera en la que ellos lo
hacen y en realidad esta es la base de las grandes empresas y los grandes líderes, todo está
en cómo conectemos con los demás para que piensen de la misma forma.
Para lograr que se hagan las cosas correctamente hay que pensar de la forma
correcta y luego comunicar esa idea de la manera correcta.
Tu Coach, Georgie Cussín
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